Damien le da una sorpresa a su trabajador Frederic invitándole a un día en el campo con diversos juegos. Lo que no se imaginaba es que iban a acabar en una cabaña follando como locos.
Una casa abandonada es suficiente para hacer volar la imaginación de estos dos chulazos que no dudan en meterse mano y desnudarse para empezar la acción.
Molan los jefes como Damien, ¿verdad?
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