¿No os ha pasado alguna vez que vais por la calle, veis un chulazo de infarto y sólo pensáis en comérsela y que os encule? Eso es lo que le pasó a Damien con Antonio, que no dudó en llevárselo a su casa al verlo en la calle.
De rodillas en la cocina, tragando como solo Damien sabe y haciendo disfrutar a un Antonio que cada minuto que pasa está más cerdo.
Y Antonio acaba dándole su merecido a Damien con una follada cañera y muy morbosa.
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